CESTOS de CASTAÑO
Existen muchos materiales para elaborar cestos, a continuación vamos a ver la elaboración de los cestos de castaño de la mano de Pablo y Manuel, dos generaciones de cesteros, cuyo trabajo convive con la actualidad en la localidad salmantina de Montemayor del Río.
En la actualidad todavía perduran bastantes artesanos en este oficio que elaboran cestos de mimbre, caña, avellano…pero en este caso vamos a ver la elaboración de los cestos de castaño utilizando los brotes de los castaños.
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De la mano de nuestros dos artesanos vamos a conocer el tratamiento que recibe la madera de castaño para convertirse en un producto artesano como son lo cestos, que se utilizaban en la mayor parte de las tareas agrícolas.
Con la corvilla limpia todos los brotes cortados que se utilizarán para elaborar los aros de la terminación de los cestos ya están listos. La corta del castaño es conveniente hacerla entre diciembre y febrero para que la madera no tenga savia. Antiguamente la corta se hacía con hacha y se dejaba para leña los residuos que no valían para la cestería, aprovechando así lo máximo el material cortado, ya que “del palo cortado solamente se puede aprovechar la parte de abajo hasta el nudo”, como nos indican nuestros artesanos.
Para manejar el castaño y conseguir que la madera esté dócil y flexible, hay que cocerla en la caldera un par horas aproximadamente. El fuego de la caldera es alimentado por las virutas y el resto de material que no se utiliza en la cestería.
Una vez los palos cocidas se van quitando poco a poco de la caldera para así ir trabajándolos sin que se enfríen demasiado. El cuchillo y el mazo son las herramientas utilizadas por nuestros artesanos para cuartear los palos.
Tirar al cuarteo es lo que se denomina al rajado de los palos de castaño siguiendo el recorrido de sus fibras, para realizar este proceso correctamente es necesario que la madera mantenga una misma temperatura durante todo este proceso. Es muy importante que los cesteros sigan la tirada de la madera, ya que si no fuera así los palos se abrirían de cualquier manera y las bergachas quedarían “tuertas o cazuelas”, como dicen nuestros dos artesanos.
Después de elaboras todo el material necesario para los cestos, el siguiente paso para hacer la cesta es hacer el fondo, nuestro artesano al material que se utiliza para hacerlo lo llama costilla y todo este proceso se denomina fundar. Una vez realizada la base, viene el tejido del resto de la cesto.
La costilla central del fondo está abierta para poder tejer en el sentido de las agujas del reloj sin que coincidan las tiras. La primera vuelta sobre el fondo es “la que entraña mayor dificultad debido a que la cesta se domina peor”, nos dice nuestro artesano.
El empalme es la forma de unir tira con tira para subir hacia arriba las vueltas que sean necesarias, dependiendo de lo hondo que el artesano quiera hacer el cesto.
Terminada la tejedura, se recortan las puntas de las tiras disponiéndolas para montar el aro del remate, “hacer la labra para el empalme” como nos dice nuestro artesano. A continuación hay que acoplar el aro a la cesta, pero para que sea más fácil se humedece la madera para que gane felixibilidad. Se doblan las tiras para que estas entren mejor en la tejedura y se sujeten con firmeza engarzando toda la cesta al aro.
A continuación se “cose la cesta”, esto significa que se proceden a coser las bergachas con el fin de unir unas tiras con otras de manera queden juntas formando un tejido espeso.
Una vez rematada la tejedura de la cesta ya solamente falta ponerle el asa. Para esto el artesano escoge un palo sobrante de la fabricación del aro, y comienza a domarlo y labrarlo en sus extremos para que entre mejor en la tejedura y no la reviente por su grosor.
En la actualidad, la demanda de los productos de la cestería de castaño y la comodidad de las nuevas tecnologías han mecanizado algunos de los procesos de elaboración de las cestas.
Sin embargo, los talleres de Montemayor del Río siguen conservando la ancestral tradición banastera, heredada de sus antepasados, que consolida a esta localidad salmantina como estandarte de la cestería de castaño.
La productora Pyrene, radicada en Huesca, fundada por su hoy director Eugenio Monesma Moliner, cuenta con una experiencia de mas de 25 anos en la produccion de documentales etnograficos, actividad que le ha valido numerosos premios en certamenes especializados. Sus programas se emiten habitualmente en los canales de television tanto tematicos como generalistas.